Junior Lorenzo-Llanes de la Escuela de Ingeniería UC y miembro del Núcleo Milenio CSC expuso sobre su trabajo que tuvo como objetivo evaluar el potencial de generación de hidrógeno y amoníaco verde empleando el biogás de los rellenos sanitarios.
Actualmente, Chile se proyecta como uno de los países más competitivos para la obtención de hidrógeno verde (H2V) producido a partir de energía solar y eólica. Esto a su vez impactará en los costos de productos derivados del H2V como es el caso del amoníaco verde.
No obstante, una de las desventajas del empleo de energía solar y eólica es la intermitencia en la generación. Como resultado de estas fluctuaciones, los costos nivelados de producción de H2V y NH3V se incrementan, ya que disminuye el factor de utilización del capital instalado.
Por ello, la búsqueda de alternativas que permitan estabilizar la producción H2V y NH3V ha cobrado especial relevancia. Por otro lado, Chile se sitúa entre los países con mayor generación de residuos sólidos urbanos (RSU) dentro de Latinoamérica (>1 kgresiduos/día/habitante).
Es por esto, que la búsqueda de alternativas para la valorización de los RSU es indispensable como vía para impulsar modelos de gestión de RSU más sustentables. Precisamente, la utilización de RSU como alternativa para la producción de H2V y NH3V se observa como una alternativa interesante a considerar.
Esta fue la propuesta de estudio presentada por el estudiante de doctorado Junior Lorenzo-Llanes de la Escuela de Ingeniería UC y miembro del Núcleo Milenio en Procesos Catalíticos para la Química Sustentable (CSC) en el XXV Congreso Chileno de Ingeniería Sanitaria y Ambiental (AIDIS 2023) que se desarrolló entre el 20 y 23 de noviembre de 2023 en la Región de Aysén (Coyhaique).
Este trabajo tuvo como objetivo evaluar el potencial de generación de hidrógeno y amoníaco verde empleando el biogás de los rellenos sanitarios. Para ello, se evaluaron todas las regiones del país (177 rellenos sanitarios).
Para la producción de hidrógeno se consideraron dos alternativas: electrólisis del agua y reformado con vapor. Los resultados mostraron un potencial de hidrógeno y amoníaco igual a 112.000 y 606.000 toneladas anuales respectivamente, empleando reformado con vapor (dos veces el potencial obtenido empleando electrólisis del agua).
Económicamente, el reformado con vapor resultó la tecnología más atractiva, en especial para las mayores escalas (> 100.000 tRSU/a). Se evaluaron distintos esquemas centralizados, obteniéndose costos nivelados de hidrógeno entre los 3 – 7 US$/kg y de amoníaco entre 780 – 1800 US$/t empleando electrólisis, mientras que para las alternativas de reformado con vapor estuvieron entre los 1,5 – 5 US$/kg y para el amoníaco entre 348 – 1200 US$/t